Anoche soñé contigo.
Sin embargo tú no sabías que estaba mirando.
Ví cómo fuiste desagradable con tu secretaria, esa mujer maltratada por
su marido que hace todo lo posible para que todo esté bien. Le dijiste
que el informe estaba mal redactado y que era una inútil. Luego, sin
pestañear, le chillaste para pedirle un café.
Vino el café transportado por la mano temblorosa de ella. Ella, que
nunca se queja, que nunca protesta, que nunca se atreve a decir una
palabra más alta que la otra. Ha aprendido a lo largo de su vida que
intentar decir algo no sirve de nada. Lo supo cuando su madre murió a
golpes a manos de su padre. Lo supo cuando su hermano cayó en coma
cuando su padrasto le enseñó modales. No lo olvidó cuando su novio le
advirtió de las nuevas normas a cumplir...
Una gota de café cayó en tu corbata y tu ira no se hizo esperar.
Anoche soñé contigo. Que tu secretaria estaba viva aún. Que tu café no
se había derramado y que tu corbata sirvió para volverte de un color
morado intenso.
Hoy soñaré de nuevo contigo...mi hermana, que era tu secretaria y yo,
tenemos nuevas aventuras para tí. Como verás, yo tampoco estoy viva,
morí el día que me tiré por un puente antes de que el puñetazo de una
alimaña me matara.
domingo, 27 de enero de 2013
sábado, 19 de enero de 2013
NO TE RINDAS
La
desesperanza actual es tal, que ya somos incapaces de seguir en una de las
luchas mas importantes, que son los malos tratos.
¿Hemos
perdido la lucha? ¿Nos hemos rendido?
Espero
que no.
Pero
si es cierto, que tenemos que volver a dar un giro de 90 grados, porque ahora
nos maltratan por todos lados.
Hay
muchas mujeres que sufrirán mas malos tratos que antes, y tenemos que estar
dispuestas a luchar ahora antes de que esto suceda, defendiendo con uñas y dientes
por los derechos que nos están robando.
Nuestro
comportamiento ante un maltratador siempre es el de sentirnos culpable.
Si
el maltratador llega a casa borracho y descarga su agresividad con nosotras, lo
soportamos y muchas veces lo justificamos y le perdonamos, sabiendo que habrá
otra vez.
Ahora,
nos encontraremos con otro tipo de hombres, hombres que eran tranquilos y
felices, con su sueldo para vivir y poder viajar en vacaciones.
El
hombre que los 40 le despiden y sabe que no va a volver a trabajar nunca mas…
Perderá su casa, verá que no puede traer dinero para que sus hijos coman y poco
a poco su autoestima estará por el suelo.
Esta
situación creará dentro de cada persona, hombres y mujeres un odio que irá creciendo y convirtiéndose
en un rencor hacia el mundo.
Nosotras
porque no podremos soportar ver a nuestros hijos con hambre, o que les señalen
en el colegio por ir sucios, porque no tenemos como pagar el agua, o no llevar
los libros al colegio, por no poder comprarlos y ser castigado por ello.
Se nos
encogerá el corazón odiaremos por la injusticia ….y lloraremos.
Pero
muchos hombres, nos harán a nosotras culpables de sus odios, de esos que han
ido creciendo, y que no han sido capaces de ir dosificando en la lucha contra
las injusticias, en las protestas, en las manifestaciones, en el todo por el
todo contra el que hoy nos maltrata a todos.
No.
Habrá
hombres destruidos y cobardes que se desahogaran con nosotras.
Entonces
nosotras ya no lloraremos……porque estaremos muertas.
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