El reconocimiento de las mujeres en la literatura va unas líneas por debajo del reconocimiento de hombres literatos.
Estos micro machismos instalados en nuestra vida deben de desaparecer.
los premios nobeles de literatura desde 1901 fueron para 17 mujeres, a saber:
Selma Ottillia Lovisa Lagerlöf 1909
Grazia Deledda 1926
Sigrid Undset 1928
Pearl Buck 1938
Gabriela Mistral 1945
Nelly Sachs 1966
Nadine Gordimer 1991
Toni Morriso 1993
Wislawa Symborska 1996
Elfriede Jelinek 2004
Doris Lessing 2007
Herta Muller 2009
Alice Munro 2013
Svetlana Alexiavich 2015
Olga Tokarczuk 2018
Louse Glúck 2020
Annie Ernaux 2022
No puedo escribir los nombres de los hombres, son demasiados: 102.
Los premios Cervantes que se dan desde 1976 fueron para:
María Zambrano 1988
Dulce María Loynaz 1992
Ana María Matute 2010
Elena poniastowska 2013
Ida Vitale 2018
Cristina Peri Rossi 2021
No puedo escribir los nombres de los hombres son demasiados: 48.
En los premios Planeta, que se conceden desde 1952 encontramos a 18 mujeres y 52 hombres.
En 1984, se crea el premio nacional de las letras españolas , que parece que ya deberíamos estar mas cerca de la igualdad, pero el porcentaje tampoco parece que sea mayor, ya que solo Rosa Chacel, Carmen Martín Gaite, Ana María Matue, Carmen Riera, Rosa Montero y Francisca Aguirre consiguieron este premio.
Cuatro lenguas, treinta y cinco personas galardonadas y solo seis mujeres obtuvieron este premio, es decir un 17%.
En la historia ha habido muchas mujeres que tuvieron que escribir con el nombre de su pareja, y en otros casos con seudónimos varoniles.
Como Charlotte y Emili Brontë,Anne Bronte, que se hacia pasar por Ellis Bell, Currer Bell, Acton Bell.
Amantine Dupin que escribió su primera novela en 1831 se hacia llamar Greoge Dan.
Mary Anne Evans que se hacia llamar Greoge Eliot.
Conocemos los libros de Fernán Caballero, Víctor Catalá, George Send, Ibo Maza, Gabriel Luna, Rafael Luna, Jorge Marineda, que fueron seudónimos masculinos.
Sin embargo, nos encontramos con libros maravillosos, como Harry Pottter y la piedra filosofal, Cumbres borrascosas o Frankestein, han sido escritas por mujeres.
Emilia Pardo Bazán, fue una mujer con mucho sentido del humor y muy ironica. Fue muy cuestionada en su época, no solo por su inteligencia, sino por su visión de futuro, fue admirada y envidiada a la vez, ella creía firmemente que la emancipación de la mujeres llegaría a través de la educación y así poder dejar de ser tuteladas por los hombres.
Emilio Zola, dijo de uno de sus libros “ El libro está tan bien hecho... que no parece un libro de señora”.
Fueron mujeres escritoras que no podían combatir los perjuicios sociales de otra forma, dada la época en que nacieron, donde su lugar era en su casa, ser una buena esposa y una buena madre…el resto no era cosa suya, por lo tanto nada hecho por una mujer tenia el mismo valor.
¿He dicho tenia??
Con ver las académicas y académicos de la RAE, es suficiente para comprobar que los avances son lentos.
Cuenta Begoña Mundó dijo en una entrevista: “Fui con un compañero a una reunión para explicar los detalles de un proyecto que íbamos a llevar a cabo. Yo llevé la voz cantante porque era quien conocía mejor el proyecto y además era la superior, pero el ingeniero de caminos que tuve enfrente no se dirigió a mí en ningún momento, no me miraba ni me hablaba, solamente intercambiaba comentarios con la persona que me acompañaba, que era un hombre”.
La mecánica de reparación de vehículos es un sector en el que solo hay un 2% de mujeres como Irati Etxandi que se encuentra cada vez que un hombre va a su taller con la misma pregunta ¿dónde esta el mecánico o el jefe de taller?
¡¡ Que va a entender una mujer de mecánica!!
Para demostrar su valía hoy en día es una tiktok que revoluciona las redes y va intentando romper las actitudes machistas.
Las mujeres tenemos que seguir demostrando nuestra valía a cada paso de las cosas que hacemos, algo que no le sucede a los hombres.
Siempre se nos juzga, pensando que nuestros méritos no son propios o bien lo que decimos carece de valor o la mejor versión del mismo hecho es la que da un hombre, cuando te usurpa la palabra.
Pero nosotras, mujeres acostumbradas a luchas desde niñas, nos seguimos esforzando en todo aquello que hacemos y cada vez que demostramos lo que valemos, derribamos alguna barrera.
Eso si, a los hombres el valor se les supone.
