sábado, 14 de septiembre de 2019

PORNOGRAFIA, VIOLACIONES Y MANADAS



Es indudable que tenemos una cultura que nos ha marcado unas pautas de conducta que nos dificulta el cambio, ya que las hemos normalizado de tal forma que las hemos hecho nuestras.

Pero es indiscutible que las violaciones en manda van en aumento y eso algo tiene que ver con nuestra forma de ver a las mujeres y la vida.


Siempre se dice que “la prostitución es de toda la vida” y también podríamos decir lo mismo de la esclavitud que se sigue ejerciendo o de la oblaciones y no por eso es algo bueno, sino que es algo que tenemos que intentar cambiar.

 Como la prostitución no es el tema , solo diré que hace tiempo los hombres para no pelearse entre ellos dividieron a las mujeres en dos grupos: las públicas que podían disfrutar de ellas todos y las privadas que no se podían tocar porque eran “propias”. A las publicas incluso las marcaban.

Lo primero que hay que reconocer es que cuando las practicas son en beneficio de los hombres y sitúan a las mujeres en segundo lugar, son discriminatorias y por tanto machistas.

Esto ocurre con la prostitución, con los vientres de alquiler y con la pornografía, los matrimonios pactados de niñas con ancianos, con la mutilación genital femenina etc.

En la actualidad puede haber muchas mujeres que les guste la pornografía, porque lo que hemos hecho es “equipararnos “ al hombre.

Siempre hemos  medido las cosas a través de los ojos del hombre, como si nuestra  vara de medir fueran  ellos, otra parte de la naturalización de la vida, pero en realidad nosotras y ellos somos distintos y a parte  de querer tener los mismos derechos y deberes que ellos y ser tratadas de la mismo respeto que  todas y todos queremos ,no hay nada  mas.

Unos derechos que se nos negaron desde que el ser humano creyó que nosotras formábamos parte de la naturaleza, cuando los poblados dejaron de ser nómadas y se necesitaba asegurar unos hijos para poder cultivar la tierra, la mujer pasó a ser controlada, y comenzó la privatización y la familia.



La pornografía según muchos arqueólogos surgió en el paleolítico, ya que hay vulvas y senos de tamaños mucho mayor a lo normal en muchas esculturas como la Venus de Willenfort de Hohle Fels y de Dolni Vestonice.

Se cree que en aquel periodo de la historia la gente estaba loca por el sexo y por eso había un simbolismo sexual en ebullición, según cuenta Tony Mellars, pero en realidad no se sabe el uso que le daban a estas tallas.

Sea como sea la industria pornografía ha ido creciendo a pasos agigantados. En la producción de la  “pornificación “, tiene mucho que ver la cultura popular. Se trata de convencer a las mujeres de que su vida personal , amorosa y laboral mejora al abrir las puestas a la pornografía…preferiblemente mujeres, jóvenes y heterosexuales.

La sexualidad se ha convertido en negocio que legitima los valeres del patriarcado y del capitalismo. Esto se hace, con la aprobación y complacencia de la nueva izquierda y de alguna parte del feminismo.


El discurso de “estrecha”, “puritana” “reprimida” etc.  fueron un antídoto contra el pensamiento critico, mientras se hablaba de que las putas eran seres libres.

 El mundo de la cultura popular se llena de chicas jóvenes realizando felaciones y utilizando su propio cuerpo como un objeto para demostrar su “rebeldía y liberación”.  

La pornografía realmente degrada a la mujer , desvirtúa el acto sexual y en muchos casos integra determinadas formas para alcanzar la excitación  sexual que son denigrantes , como el sadismo.


Si a esto añadimos que nuestra juventud no tiene ni idea de sexo, porque solo se instruyen por lo que ven en internet, tenemos muchas posibilidades de encontrarnos con manadas que no sentirán ningún remordimiento por vejar o violentar a una mujer, puesto que es lo que han aprendido.

Tenemos una enorme carencia de comunicación con nuestros hijos e hijas , no tenemos tiempo para verles crecer, para hablar con , para que nos cuenten cosas que les suceden o para escuchar sus sufrimientos o alegrías y todo eso lo hacen en la calle con sus amistades que saben lo mismo que ellos o bien con las paginas “ilustradas” de internet.

Según un estudio científico de la organización The Reward Foundation del Reino Unido,  el aumento del uso de la pornografía explica que los milennials tengan menos relaciones sexuales que la generación anterior y que tengan disfunción eréctil.

 Las manadas surgen de la normalización de la pornografía, donde todo es valido, de la falta de educación sexual , afectiva y reproductiva de que nadie les habla de sexo a la juventud  y de la incapacidad de la sociedad para entender que todo abuso de poder origina violencia.

Desde el año 2016 en España ha habido 135 manadas…..43 solo son de el año actual que aun no ha finalizado.


Como bien sabemos todas, estas manadas están compuestas de hombres y  atacan a mujeres por lo que evidentemente es un repunte mas del patriarcado machista que no acaba de ver la sociedad y darse cuenta del peligro que corren nuestras hijas por ser violadas y nuestros hijos por ser violadores.

Cuando el lobo nos enseñe las orejas, esto es,  en el momento en que las mujeres nos cansemos de esta situación y también hagamos manadas, será tarde.

La sociedad  machista patriarcal se olvida de que somos la mitad de la población y si quisiésemos unidas seriamos invencibles.

Sin embargo nosotras seguimos apostando por la educación en igualdad que sabemos que es lo que en realidad ayudaría a acabar con esta lacra que nos tiene amenazadas de día y de noche.


No queremos mirar asustadas detrás de nosotras cuando vamos solas, ni estar pendientes del que nos mira las piernas o el escote, ni  llevar un spray  anti violación o una navaja en el bolso o una pistola….

Queremos vivir en paz y eso le corresponde a los estamentos políticos si es que no quieren una manada de mujeres en guerra, porque las nuevas generaciones  vienen dispuestas a otras luchas, si ellos no lo remedian.