sábado, 20 de agosto de 2011

Humillación por amor... o Amor por Humillación..

Estábamos recien casados, nos amábamos muchísimo, todo era felicidad, parecía un cuento de hadas, hasta que un día, él llego después del trabajo y ella que estuvo todo el día en la cocina preparando su comida preferida, emocionada, feliz, esperando su adorado esposo, sin saber que al el llegar a casa comenzaría la peor de sus pesadillas.

El malhumorado e iracundo le arrojo los platos con la comida a la cara, y los demás al suelo, le grito, la golpeo, rompió todo a su paso sin razón,  la humillo todo lo que pudo y después dio un portazo y salio de casa...

Desconcertada lloro y espero toda la noche que el regresara sin resultados, no sabia que hacer, que esperar, que sucedió, porque el la trato así...

El volvió a casa con flores y cara de arrepentimiento, suplico perdón, se escudo en mi excusas estúpidas, lloro, se arrodillo, le juro que la amaba y que eso jamas volvería a suceder....  y todo volvió a la "normalidad"...

Esa fue sola la primera de una cadena de humillaciones y maltratos que parecía no tener final, desde palizas hasta vejaciones sexuales inimaginables para ella, fue el resultado de su cuento de hadas, con el correr de los años, ella ya no se reconocía, se preguntaba ¿porque seguía ahí?, ¿porque había llegando tan lejos?, ¿seria el amor la razón? no lo supo nunca porque cuando intento salir de ese circulo vicioso e intentaba reconstruir su vida,  como siempre pasa en estos casos en un ataque de ira le quito la vida....


El Amor no es suficiente razón para soportar maltratos de ninguna índole, así comienzan y la mayoría de las veces lamentablemente así terminan las historias de maltrato domestico... Esta prohibido callar hay que decir Basta Ya!!!! somos seres que merecemos respeto y amor porque eso es que lo damos... Basta de ser el Sexo Débil, Valoración y Evitar el Silencio son el primer paso para decir basta...

domingo, 14 de agosto de 2011

El respeto como base

El maltrato no empieza en el primer bofetón, ni siquiera en el primer insulto. Empieza en pequeñas cosas que le preceden y a las que cegados por la tradición nos negamos a dar importancia. ¿Quién no ha escuchado alguna vez es ya manido: "Las mujeres de hoy en día no aguantáis nada"? ¿Qué se supone que tenemos que aguantar? ¿Y hasta qué punto? ¿Hasta la muerte, tal vez? Quien no te trata como a una princesa, no merece que le otorgues el título de rey. No obstante, nos han educado para que el macho domine como soberano en una relación. Nos han inculcado que hemos de mimarle e incluso tolerar su mal genio puntual porque puede haber tenido un mal día. ¿Y nosotras qué? ¿Cuándo tenemos derecho a comportarnos como cretinas por haber tenido un mal día?

Dicen que dos no discuten si uno no quiere, pero tragarse el orgullo, llenarse de paciencia y asumir lo que nos han enseñado desde la cuna no es la solución. Quien quiera respeto, que ofrezca respeto. Sin respeto no hay amor y quien no ofrezca respeto y amor no merece ni un desvelo. Que se aleje al menos, porque la vida es demasiado corta para malgastarla con quien no nos quiere. Y quiere quien lo demuestra día a día, no quien te lo repite una y mil veces.

Querámonos un poquito, olvidemos lo que nos han enseñado y luchemos por un futuro de iguales.