domingo, 5 de septiembre de 2010

NUESTRO MINISTERIO DE LA IGUALDAD

¿Ministerio de la igualdad?

Joajana…El ministerio de la igualdad empieza en casa, donde las mujeres somos el primer eslabón de la cadena del machismo, ya que seguimos permitiendo que las cosas no cambien.

Mi hermana tiene la suerte de que sea su marido el que haga la comida, y ¿sabéis cual es la opinión del resto de las mujeres de la familia? Que tiene mucha suerte, porque no sabe cocinar y al marido no le importa.

Un cuñado mío, suele reunirse los viernes con sus amigos después de salir del trabajo, puede llegar con algunas copas y no importa a qué hora, la juerga al día siguiente de sus hermanos es preguntarle ¿Qué? ¿Hubo bronca? por supuesto en tono jocoso.

Sin embargo cuando es su mujer la que sale de copas con sus amigas, la cosa cambia, porque parece que tiene mucho morro, deja abandonado a su marido y a sus hijos.

A mi tía le gusta mucho tomarse unos vinos al salir del trabajo, antes de llegar a casa y someterse al trabajo casero, en su familia de padres, hermanos y sobrinos, sus hermanos hablan de una “borracha”, por hacer lo que hacen la mayoría de ellos antes de ir a casa.

Se nos va a prohibir el toples a las mujeres, porque los hombres llevan toda la vida haciendo toples y nadie les ha dicho nada.

En varios países se ha prohibido el burka, incluso en ciudades donde no existen mujeres que lo lleven.

La mayoría de las mujeres, por compasión, miedo, vergüenza o porque tardamos mucho en excitarnos, hemos fingido alguna vez un orgasmo, cuando pocos hombres se “cortan” por nosotras y para mas machismo, los sexólogos argumentan que fingir un 10 % de los orgasmos no está mal, si el 90 % restante es efectivo.

Ese mismo porcentaje 10%, de las faenas del hogar hechas por un hombre, a nosotras nos parece un logro, y el 90% de las labores domesticas nos las “comemos” encantadas.

La primera vez que la madre un primo mío de 17 años, creyó que iba a dejar de ser virgen con una guapa rubia, se lo contó a todos sus hermanos como algo sensacional.

No solo le pareció estupendo, sino que le pagó el viaje y la estancia para ver a la rubia a pesar de estar en el paro.

Ella misma con su sobrina de 17 años al encontrarle un condón en el bolso, la llamó de todo (menos bonita) e inmediatamente se lo dijo a su padre con intención de que la castigara.

Nosotras mismas seguimos llamando “fáciles” a nuestras amigas, las que se acuestan con más de los hombres que nosotras juzgamos permitidos, sin embargo si nuestro hijo va con unas y con otras nos sale esa frase tan maravillosa de “hace bien, está en la edad”.

Seguimos comprando camiones, coches a nuestros hijos y disfrazándolos de Superman y Batman mientras vestimos de princesas a nuestras hijas, y las contemplamos satisfechas de ver cómo juegan con sus preciosas cocinitas a ser mamá.

Sería interminable la lista de machismo que llevamos dentro, mientras nosotras no cambiemos, los hombres seguirán creyéndose los reyes del mundo, ya que así se lo hemos enseñado.