martes, 27 de octubre de 2009

En el taxi rosa

No quiero ni siquiera tener que imaginar que tal vez un día deba fijarme en el color de un taxi antes de decidirme a subir a él. Puede resultar peculiar, incluso parecer una buena idea, pero la lectura no se debe limitar a la puesta en marcha de este tipo de transporte. Es preciso ir más allá, puesto que el hecho de que haya crecido y se haya extendido a más ciudades la oferta de taxis rosa como un medio de protección por y para mujeres nos habla también del incremento de la sensación de inseguridad.

En muchos puntos ni siquiera se puede hablar ya de una psicosis colectiva, sino que la evidencia es que existe un miedo real motivado por la coyuntura a la que cotidianamente han de enfrentarse miles de mujeres.

Esta medida protectora tiene, además, otros peros, ya que quién nos garantiza que los depravados no se puedan valer también para engañarnos y dañarnos de las señas de identidad que caracterizan al transporte que presuntamente nos protege.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

La medida es buena, aunque sinceramente, tener que hacerlo me parece que es un paso atras en la sociedad, que tiene que tomar estas medias tan drásticas. Pero me sorprende un poco los "porqués", ya que los taxistas no son los que tienen el peligro, al menos en España, o Madrid, que es lo que yo conozco. Incluso, muchos de ellos cuando llevan a una chica joven, tienen la precaución de esperar en el coche hasta que la chica sube al portal.

Un beso cielo

Thiago dijo...

No sé, no me parece muy atinado, mas bien un poco una medida comercial, y para hombres que serán marrones? para fumadores negros? y para los que sufran un atraco a pie y tengan que ir a los hospitales, rojos?

Yo creo que hay que luchar para que todos vayamos seguros, y ya sabes que yo soy de los que creo que hay mucho por hacer, jajaj.

Bezos.

Alijodos dijo...

claro y un taxi gay y otro para los inmigrantes..no estoy de acuerdo con la medida...la solucion no debe ir por ahi...Un saludo...

JOSH NOJERROT dijo...

Evidentemente no es la solución, es un paso atrás si es que deseamos la igualdad, hay otros derroteros para lograr la seguridad, no hay que darle color, sino la forma para que funcione...

Abrazzzusss

Anónimo dijo...

Quizás si los taxis fueran rosas la ciudad sería menos gris bajo la lluvia... Un texto maravilloso.

Lilith dijo...

Me encantaría que hubiera taxis de este tipo en la Ciudad de México, aquí subirse a un taxi es pedirle a dios que no te roben, violen, secuestren, mutilen, graben, aquí son una necesidad básica.

La ciudad de Puebla ya cuenta con el servicio, pienso un poco diferente a Thiago, un taxista la piensa mas para agredir a otro tipo que a una mujer,también los gay son aveces molestados o no les hacen la parada.

Markesa Merteuil dijo...

Es muy triste, Lilith. La solución no debería radicar en asumir el miedo y protegerse, sino que deberíamos ser capaces de respetar al ser humano para que ninguno, ni hombres ni mujeres, tuviésemos miedo de los demás.

SOMMER dijo...

Cómo¡¡¡¡ un taxi rosa?
pués fíjate que a mi la idea me gusta..

Kim Basinguer dijo...

Es como poner una curita, cuando se roto la arteria aorta.

Mar dijo...

Increible!!

No me parece una buena medida...

Besitossssssssss

Lilith dijo...

pero mientras cambian las cosas vale la pena protegerse, no es asumir el miedo, es que la violencia ya esta, se asuma o no, y hay que evitarla, quizá hablo así por la ciudad donde vivo.