jueves, 14 de enero de 2010
MARGARITA
De pequeña me gustó deshojar las margaritas. Soñaba con un príncipe azul. Muy guapo. Alto. Que me amara profundamente.
-Sí me quiere
-No me quiere
-Sí me quiere
-No me quiere...
Ahora de mayor recuerdo el último pétalo. Así que me he comprado otra margarita.
-No quiero que me chilles
-Sí quiero que me acaricies
-No quiero que me pegues
-Sí quiero que me ayudes
-No quiero que me violes
-Sí quiero que me ames
-No quiero estar contigo
-Sí quiero valorarme
-No voy a permitir que lo hagas más
-SI VOY A DEJARTE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Bueno, hay cosas que no se deben dejar a lo que diga la margarita, jaja Hay decisiones que hay que tomar mas bien por pelotas que por flores... Y le metes a él la margarita en la boca, jaja
Bezos.
Hay demasiada gente que no sabe querer...
Si hubiese hecho caso de la margarita ya no estaria aqui...muy bueno agata :)
Besitossssssssssss
Lo que afirmas es amor de corazón, lo otro negación de alma.
Un Saludo
Bueno en mi caso no tuve que contar con una margarita pero sí tomar una decisión a lo ligero. De todas formas me alegra saber que tu último pétalo te ofreció ese deseo tan especial. Un besote para los dos.
Mar
Muchísimas gracias a ti, por tu entereza, tu valentía y sobre todo por ser una madre coraje….
No dudes de que Maite tiene todo tus deseos e información al completo y como mujer dulce y generosa que es, sabrá apreciar todo lo que le ofreces…
No te rindas nunca, es poco lo que puedo ofrecerte, mi escuálido brazo será fuerte si tu lo necesitas, siempre estaré aquí para ser, bandera y timón para reivindicar contigo todos los derechos que son naturales para los futuros adultos que serán nuestros hijos y todos los niños del mundo…
Besos
Antoñi
Publicar un comentario