Anoche soñé contigo.
Sin embargo tú no sabías que estaba mirando.
Ví cómo fuiste desagradable con tu secretaria, esa mujer maltratada por
su marido que hace todo lo posible para que todo esté bien. Le dijiste
que el informe estaba mal redactado y que era una inútil. Luego, sin
pestañear, le chillaste para pedirle un café.
Vino el café transportado por la mano temblorosa de ella. Ella, que
nunca se queja, que nunca protesta, que nunca se atreve a decir una
palabra más alta que la otra. Ha aprendido a lo largo de su vida que
intentar decir algo no sirve de nada. Lo supo cuando su madre murió a
golpes a manos de su padre. Lo supo cuando su hermano cayó en coma
cuando su padrasto le enseñó modales. No lo olvidó cuando su novio le
advirtió de las nuevas normas a cumplir...
Una gota de café cayó en tu corbata y tu ira no se hizo esperar.
Anoche soñé contigo. Que tu secretaria estaba viva aún. Que tu café no
se había derramado y que tu corbata sirvió para volverte de un color
morado intenso.
Hoy soñaré de nuevo contigo...mi hermana, que era tu secretaria y yo,
tenemos nuevas aventuras para tí. Como verás, yo tampoco estoy viva,
morí el día que me tiré por un puente antes de que el puñetazo de una
alimaña me matara.
6 comentarios:
Ojalá tuvieran conciencia para que ésta pudiese atormentarlos.
Y esto no ha hecho mas que empezar, las personas de esta calaña, en estos tiempos que corren, sin trabajo, o sin casa, sin dinero...no tendrán valor para incendiar una sucursal bancaria, o uno de los 10 chalets de algún político...pero si tendrán valor para maltratar a su pareja hasta la muerte...siempre paga el débil.
magnifico tu texto
me ha encantado volver a leerte
un beso
me gusta tu foto ahora te conozco
Que triste,pero desgraciadamente aún sigue ocurriendo,,,,
Esperamos que esta locura cambie algún día...
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