martes, 2 de diciembre de 2008

El miedo que nunca se va

Ése es el que sufren a diario cientos de víctimas en este país. No sólo las que conviven con el maltrato, sino también las que, durante un tiempo, se sienten a salvo, pues su verdugo está encarcelado.

Esta mañana escuché a la mujer que, milagrosamente, sobrevivió en Pontevedra. El azar quiso que no estuviese en su domicilio cuando, presuntamente, Maximino Couto, entró en su domicilio para, supuestamente, asesinarla. A ella y a quien se encontrase en su camino. Peor suerte corrieron sus vecinos; y, lamentablemente, también la mujer con la que este presidiario, que ahora deberá enfrentarse a acusaciones de homicidio y de tentativa, mantuvo una relación. La mujer que un día decidió interceder por él a fin de que le concediesen el permiso en el que él (el hombre en el que confió y por el que abogó) presuntamente acabó con su vida.

La superviviente, ex mujer del presunto agresor, aludió a la falta de medios y a la de atención a la alarma que alertó de que éste se había acercado demasiado a su domicilio y de que, para evitar ser detectado, había roto la pulsera localizadora que llevaba en su tobillo. También se refirió a que, aunque un maltratador esté encarcelado, habitualmente éste no cumple íntegra su condena, y que además es beneficiario de permisos carcelarios e incluso podría escaparse.

El miedo, por tanto, nunca se va. Ni siquiera cuando el verdugo está entre rejas, porque el sistema no garantiza protección. A Maximino sólo le quedaban 20 días para gozar de libertad definitiva y... ni siquiera pudo esperar a entonces. Tenía que perpetrar su cruel venganza contra todos lo antes posible. ¿Realmente era viable su reinserción en la sociedad? ¿Qué es lo que está fallando? ¿Servirá para algo este luctuosísimo hecho? ¿Habrá una reflexión real y razonada?

El maltrato no es un cuento: es la vida real, y como tal ha de tratarse. Con seriedad y rigor. Y, para ello, tal vez sea preciso que nos pongamos todos en la piel de las víctimas.

Pero, lamentablemente, llegan los datos y son tristísimos: sólo un 2,7 por ciento de encuestados consideran la violencia de género como un problema grave; y sólo 130 personas se manifestaron en Pontevedra y Santiago en contra de esta lacra tras el crimen acaecido en Ponte Calelas.

14 comentarios:

Mar dijo...

Los que se deberian poner en la piel son los mismos maltratadores, que sientan en sus carnes las barbaridades que hacen.

Besitosss

Aniña (@vampyevil) dijo...

basta ya

El club de los Parados dijo...

ufff una entrada llena de realismo...
hay que seguir luchando contra esta lacra social...
Una sonrisa
nos leemos

El Ente dijo...

AUN NO VEN LA REALIDAD, Y ESA REALIDAD SE TRADUCE EN MUERTE.

BASTA YA!!!!!

JESUS y ENCARNA dijo...

Pudiera ser que el sistema nos halla hecho insensibles a tales sucesos sociales.
Es imperdonable que los medios de informacion traten tan mal y con tan poca informacion las notocias sobre estos hechos.
Saludos.
jesus

AnuKa dijo...

Es el sistema el que falla desde la base. Cumplimiento de las penas INTEGRAS para estos asesinos. ¿Dónde están los informes psiquiátricos de este asesino que jamás dio muestras de arrepentimiento dentro de la cárcel?, ¿qué lleva al director de la prisión a dejarlo en libertad a sabiendas de que intentaría cometer otra barbaridad?... Son tantas las preguntas sin respuesta, que duele. Pero siempre habrá una cabeza de turco, en este caso el funcionario que no detectó que el ASESINO se había deshecho de la pulsera y todo seguirá igual, "simplemente" ha sido un fallo humano. De simple no tiene nada, es dramático y una vergüenza para nuestra sociedad.

Lúa dijo...

bueno, aunque mucha gente diga que apoya muchas luchas, a la hora de la verdad se les ve el plumero, besitos y ánimo!!!

Lilith dijo...

en miles de ocaciones los jueces , los psicologos, los peritos, los ministerios publicos, las autoridades, no le ponen atencion a los tipos como este, pues piensan dentro de su machismo que las mujeres son seres de segunda. y que no es tan importante un tipo que golpee o mate mujeres, hasta que se vuelven problemas sociales que dañan a todo el pais, como en México, donde esto es ya un problema de salud pública.

loose dijo...

Ante estas situciones me quedo casi sin palabras porque parecen nunca acabar. Ya son demasiadas las personas maltratadas y no se termina de paliar este tipo de barbaridad.

BASTA YA!!!

ROMINA PONZIO dijo...

Me encantó tu blog. Te felicito por no callar, por las denuncias, por las agallas, por las ganas de que todo esto termine. Si podés pasá por mi blog y lee "19 de septiembre". Dejate conducir por la imagen... Un abrazo solidario! Y BASTA YA!

Alijodos dijo...

No maltrata el que puede si no el que quiere...Es una enfermedad de verdad por que las personas, por llamarlas de alguna manera que maltratan y hacen esas barbaridades, no pueden estar muy en sus cabales...basta ya de muertes y de maltrato en todas las escalas de la sociedda..Un silencio por las victimas....

Silvia_D dijo...

Si es qué vaya mierda! :(

menta fresca, aufàbrega i maria lluisa dijo...

desgraciadamente es así, se cierra los ojos o se mira a otro lado cuando la realidad no interesa. Nadie quiere ver otros problemas que no sean los suyos, nadie mira a su alrededor para darse cuenta que no esta sólo.
Y el que ha ido maltratador una vez, puede esconderlo, puede engañar, pero algo muy fuerte tira de ell@s y siempre vuelve a salir.
Creo que la justicia y los encargados de dirigir esta sociedad deberian hacer mejor su trabajo...

Kim Basinguer dijo...

Mientras seamos tan incoscientes, vivieremos con miedo.