sábado, 28 de noviembre de 2009

AUTOESTIMA Y MALOS TRATOS

Estamos viendo que cada vez asesinan a más mujeres sus propios compañeros de cama, y yo sigo preguntándome una y otra vez el principio de este final tan espantoso.

Conductas definidas en su conjunto como maltrato psicológico:

Muchas personas utilizan insultos o comentarios despectivos primero, hasta llegar a levantar la mano, mientras otras exclusivamente recurren a la palabra utilizando principalmente la manipulación y las descalificaciones personales.

La persona agredida irá perdiendo el control de la situación y adquiriendo el sentimiento de culpabilidad.

La autoestima es la percepción emocional que las personas tienen de sí mismas. Puede expresarse como el amor hacia uno mismo.

Lo más importante es detectar pronto a este tipo de hombres y el segundo paso y el más importante es corta de raíz con ellos.

Los hijos son testigos que aprenden de los modelos ofrecidos por los mayores y amigos, la exposición a esta violencia fomenta la perpetuidad de este tipo de comportamiento, para ellos será algo normal que ellos reproducirán en situaciones parecidas.

Por todo eso, siempre hablo de los maltratos psicológicos, los que no se ven y no dejan señales visibles en el cuerpo, pero sí en el alma, en la mente y en tus recuerdos y cada día pierdes la confianza en ti misma, tu autoestima termina por los suelos y tu maltratador gana terreno.

A veces nos parece que no vamos a ser capaces de enfrentarnos a la vida solas, que necesitamos “de ese amor” sin darnos cuenta que después de la primera viene la segunda y luego la tercera y cada vez el mal trato es peor y tarde o temprano tendremos que dejarle o morir.

Entre los muchos comentarios de las mujeres maltratadas se encuentran algunas cosas en común que tenemos que tener en cuenta:

“Nunca le sabes tratar, tú le provocas y por eso grita y da golpes contra objetos, o te levanta la mano, o te coge del brazo…”

“Mi maltratador es una persona inteligente, con carrera, de buena familia y con una estupenda imagen hacia los demás. Nadie sabe como es, nadie sabe lo que hace. Dice que me insulta porque yo le saco de quicio, a veces me ha bajado del auto por no estar de acuerdo en algo.”

“Cuando me daba voces me decía que era yo que le provocaba”

“Me humilla, (estas un poco gorda para llevar ese vestido “mi amor”), me recrimina todo lo que hago, me insulta, me deja abandonada en algún lugar porque no le obedezco".

Cuando alguna de estas cosas esté rondando nuestra vida, tenemos que prestar mucha atención y salir de esta situación antes de que sea demasiado tarde.

Lo ideal es ir a un psicólogo, si es la pareja mejor que mejor, pero ya sabemos que la mayoría de los hombres no les gusta ir al psicólogo y a los maltratadores mucho menos.

Pero las víctimas, las maltratadas, debemos de hacerlo, no solo porque nuestra autoestima estará algo estropeada, sino porque nos ayudará a desengancharnos del veneno que puede acabar con nuestra vida.

8 comentarios:

Markesa Merteuil dijo...

La gran ventaja ahora mismo radica en que comenzamos a apoyarnos un@s a otr@s. Antes, cuando ocurría, la persona maltratada se sentía culpable por ser "merecedora" de la ira de la maltratadora. Y era incluso su familia la que secundaba esta percepción de fracaso en la labor de ser pareja.

Hablas del amor, del miedo a perderlo. Cuando hay amor jamás hay maltrato. No son compatibles.

Feliciti dijo...

Violencia tolerancia zero, un libro que recomendaría en las escuelas.

Un abrazo Cuspe!

Ventiladorcular dijo...

Me da rabia y me entristece a la vez. No entiendo y detesto que se críe, hoy día, y hablo casi de un 90% de los padres jóvenes, decía, a los críos en la diferenciación de juegos según sexos, de colores según sexos, de vocabulario según sexos...de los grupitos de papás fascistoides con la famosa teoría "es que mi niño prefiere jugar con niños...es que le gusta más los juegos brutos...", como si los niños tuvieran ese rol porque sí. Creo que ese es el verdadero comienzo del sexismo que luego, muchísimas veces culminan en el aire de superioridad clásico del machista, en la jerarquía social y familiar. Luego, encima, las conciencias están gobernadas por dogmas de fé repugnantemente machistas.... Buf, creo que seguimos tan lejos como siempre, con la salvedad de que pasa el tiempo.
Saludos, Kim y Mar

Ventiladorcular dijo...

"Volverá el silencio al patio volverán las presas a su labor", (BARRICADA)

Anónimo dijo...

siempre habrá gilipollas; me alegro de no ser mujer...

Anónimo dijo...

Realmente es triste que suceda eso. Digamos zero a la violencia.

Un fuerte abrazo.

Mar dijo...

Creo que lo mas triste es que los "niños" copian lo malo antes que lo bueno y el referente de violencia crece con ellos, hagamos algo para que nuestros niños no sigan los pasos de los maltratadores.

Donde estan los derechos de las victimas frente a los hijos por el hecho de ser menores???

Como dice Markesa la gran ventaja es que empezamos a apoyarnos las unas a las otras.

Besitosssssss

menta fresca, aufàbrega i maria lluisa dijo...

dios como me suena!
y todavia me asusto si noto que alguien se me acerca mas de la cuenta mientras voy por la calle...