He vivido de cerca un nuevo caso de violencia de genero, la
mujer tiene un hijo y como todas nosotras después de aguantar los insultos
y los desprecios, vinieron los golpes.
No bastó con
separarse del maltratador, porque con las visitas a los hijos, hay que verle a
el, si es que no se ha denunciado.
Ella no quería denunciar…¡¡ Es tan difícil decirle al
cerebro y al corazón que el padre de tus hijos, la persona en la que has puesto tu vida, es la persona a quien mas temes del mundo…!!!
Así que mi amiga, siguió escuchando insultos, esos que a
todas nos tienen tan acostumbradas. “Que harías sin mi”, “ estas loca” “Te voy
a dar donde mas te duela” y eso va subiendo “ Te voy a matar”, “Pobre de ti, si
me denuncias” etc.…esperando, siempre esperando a que cambien las cosas “por
arte de magia”.
Porque el miedo nos paraliza el cerebro.
Un día le rompió un brazo, otro le dejo un moratón y este
ultimo día la dejo inconsciente después de intentar asfixiarla.
Estaba su hijo delante, que se puso a chillar, mientras el
registraba el cajón del dinero, para dejarla sin lo poco que tenia en casa.
Con los gritos del niño, salieron los vecinos y llamaron a
la policía….eso le salvó la vida, porque ella solo estaba inconsciente.
Esta vez tuvo suerte, y ahora la amenaza de denunciar, ya es
una realidad…¿Qué sucede ahora?
Ahora llega la otra violencia que sufren las Vvg, declarar
durante 10 horas, entrar en un juzgado y encontrarse en el ascensor con su
agresor, tener que salir de su casa, de su ciudad, que los niños cambien de colegio,
de amigos, dejar atrás a la familia, y a veces las personas que las atienden
carecen de la sensibilidad necesaria para que esto no se convierta solo en
“tramites burocráticos”.
Que los familiares lo sepan, los amigos, los vecinos…y no se
porque, sentimos vergüenza, como si fuésemos nosotras las culpables de algo,
cuando lo único que hicimos es amar.
La mayoría de las veces, la gente de alrededor nos respalda,
nuestros padres nos entienden, y la gente nos demuestra un cariño que no
sabíamos que podía existir incluso en gente que conocemos poco o que no
conocemos.
Eso reconforta el corazón herido…
Algunas veces aunque sean las menos, nos encontramos con que en nuestra familia,
no lo entiende.
Démosle tiempo, muchas veces si ese rechazo viene de nuestra
madre, esconde dentro un sentimiento de culpabilidad, que también tiene que
sanar…porque todas somos mujeres y todas hemos sufrido alguna vez maltrato,
psicológico o sexual.
Sigo creyendo en la
necesidad de que sea a el al que se le aparte de la ciudad, de su casa y de
todo, siempre el culpable se queda y el que sufre es el que tiene que irse…
Sigo creyendo que ahora, el tendrá otra novia, con la que
será encantador, y le hará lo mismo.
¿Cuándo vamos a poner en FB una pagina con la cara y la
nacionalidad de los maltratadores como terroristas?
Desde luego, que si no son nacidos en España, yo los deportaría
a su País, advirtiendo a las autoridades que pusieran su cara por todo el
pueblo donde nació y que todas sus amistades sepan a quien tienen de amigo.
Porque tienen amistad
con un terrorista….porque aterrorizan, cada vez mas.
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