QUE LA VERGÜENZA CAMBIE DE BANDO

 

Hace tiempo que muchas mujeres nos preguntamos como es posible  que la persona de la que te  has enamorado sea tu propio maltratador.

Cuentan las psicólogas, que no tenemos “ un cajón en el cerebro” para colocar un maltrato, un abuso o un asesino  de alguien cercano a nosotras.

 

Cuando un hombre abusa de ti, el sentimiento interno es tan a vergonzante que no te atreves ni siquiera de decirte a ti mi misma “ han abusado de mi”,  así que mucho menos exteriorizarlo porque siempre van a señalarte o por tonta, o por ingenua o por promiscua o por puta.

 

Te van a señalar por el pantalón corto que llevabas, por ir sin sujetador, por ir mucho detrás de los chicos, por estrecha, por sobona o por borde.

 

Te van a señalar porque no te sentías querida, porque si te sentías querida, porque tu infancia fue atroz o porque tu infancia fue de niña consentida.

 

En cualquier caso, siempre alguien te va a culpa de algo, incluso si te atreves de denunciar, que es el acto de valentía mas grande que puedes hacer, alguien te va a juzgar.

 

Después comenzaran los miles de procesos de culpabilizarte y hacerte revivir una y otra vez lo que ha sucedido en tu vida.

 

¿Pero que sucede con el hombre que abusó de ti, o el que te maltrato o incluso aquel que asesino a su pareja?

 

 

Voy a centrarme en tres casos , vamos a comenzar como no podía ser de otra forma por el primer caso que abrió la puerta a contabilizar los asesinatos de mujeres en manos de sus parejas : El de Ana Orantes en el año 1997.

 

¿Qué sabemos de su asesino? ¿Cuántas fotos hemos visto?

Mientras  José Parejo la maltrató, a su mujer  sus amistades siguieron siendo las mismas y nadie le dio la espalda. Dudo mucho, que nadie oyese a esa mujer llorar, gritar o la viesen alguno de sus moratones, era la época en que eso “eran cosas de pareja”, con lo que nadie iba a denunciar y mucho menos meterse en el lio de esa “relación”.

 

Poro hubiera sido fácil dejar de hablar a José Parejo y hacer un silencio a su alrededor, para que se sintiese como mínimo incomodo o  culpable.

 

Ana Orantes, fue quemada vida y eso desató una alarma. Ana Orantes, consiguió que se reformase el código penal y mas tarde se aprobó la ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de genero…pero ya no estaba viva para verlo.

 

 

Dejamos correr los años  hasta el año 2.000 y nos encontramos con  Nebenka, una economista que fue concejala de Ponferrada y  que tonteó con el Alcalde Ismael Álvarez y eso, ante los ojos de la ciudadanía, le quitó el derecho a denunciarlo.

 

Me pareció una mujer muy valiente, con todo en contra: Su familia, sus compañeras y compañeros de trabajo y la ciudadanía.

 

Sufrió una grave depresión que estuvo a punto de llevarla a la muerte, le ayudó mucho personalmente denunciar a su agresor.

 

Eso si… nadie le aplaudió por valiente, tuvo que irse de España para poder trabajar, demasiado conocida, demasiado señalada, demasiado marcada.

 

Porque el patriarcado existente, está oculto a los ojos y no nos deja ver la realidad.

 

Ismael Álvarez,  no  solo no dejó su pueblo, si no que la condena por la querella que interpuso Nebenka por acoso sexual en ese momento, fue de risa:    Una multa de 6.500€ y una indemnización de 12.000€, dos años mas tarde el Tribunal supremo rebajó la muta a 2.100€ , considerando que no había un abuso de superioridad, igualando la categoría de concejala a la de alcalde.

 

El patriarcado con los ojos vendados en manos de jueces y juezas.

 

El  hombre que abusó de su poder Ismael Álvarez, no solo siguió en su pueblo con su gente y con su familia, sino que volvió a presentarse unos años mas tarde a las elecciones municipales con una formación independiente que obtuvo cinco concejales.

 

 La ciudadanía votándole, además de aprobar su comportamiento permite que siga abusando de su poder, ya que no hay señalamiento por una gran parte de la gente.

 

Nebenka es primera mujer que consigue que se condene a un cargo político.

 

 

 

Nos podemos ir a otro caso mas sangrante que es el de Pélicot.

 

A mi no solo me deja perpleja la noticia, sino que me deja sin palabras el Dominique Pélicot, el marido, con el que un día decidió vivir, el hombre del que se enamoró un día,  no solo la droga para violarla sino que la pone a disposición del mejor postor siendo violada por 83  hombres durante 10 años:

 

  “Soy un violador como todos los que están en la sala”

 

Se equivoca, el es peor que todos esos violadores de la sala juntos, ya que  el era el marido, el que la drogaba y el que llamaba a sus compañeros violadores y le hacían fotos y videos.

 

 

Giséle , fue un paso mas allá que Nebenka ya que quiso que estuvieran y estar en la sala viendo las caras de todos esos hombres que pasaron por su cama mientras estaba drogada.

 

 Y entonces llega el momento de pensar que es lo que sucede en esta sociedad que no despierta de una vez.

 

Sus violadores, son hombres con familia, totalmente integrados en la sociedad, a pesar de que la historia de algunos de ellos pone la piel de punta.

 

Y como este post es  de cambiar la vergüenza de bando, aquí están los angelitos, desde 26 a 71 años, casados, con hijas e hijos, y con estabilidad laboral o económica.

 

En  Francia está prohibido grabar o hacer fotos dentro de las salas de audiencia, pero en muchos lugares están sus nombres y algunos de sus hobbies: 

 

 

Redouane EL F.  es enfermero :  “no entiendo porque le tratan como un criminal  ya que Dominique le había ofrecido a su esposa, y como es su mujer, el puede hacer con ella lo que quiera”

 

Vicent C. ya había sido condenado por violencia machista.

 

Mohamed R. Había estado encarcelado por violar a su hija menor de 15 años.

 

Romani V. Nació de la violación de su madre por parte de su abuelo. Era portador de Sida y buscando emociones fuertes, no usaba preservativo.

 

Christian L . Se ponía el uniforme de bombero para violarla, tenia imágenes de pedofilia en su ordenador y estaba en conversaciones con otro hombre para ue sedara a sus hija de 15 años y  violarla. 

 

Joan K, de 26 años, fue a violar  a Giséle, supongo que  “para celebrar” el nacimiento de su hija, ya que fue el mismo día.

 

Cendric G informático, estaba planeando imitar a Dominique y drogar y violar a su mujer.

 

Nicolás F corresponsal de prensa, tenia en su ordenador videos e imágenes de pornografía infantil.

 

Redouane A .  condenado 19 veces por violencia machista.

 

Andy R. Con  cargos por violencia machista contra una ex pareja.

 

Florian R,. Repartidor condenado 9 veces una de ellas, hace cuatro años  por violara a una menor de 14 años.

 

Fabian S, tiene cargos por agredir a una menor.

 

Jean Pierre M. Se inspiraba en los métodos de Dominique para utilizarlos con su mujer.

 

Jeromi V. Lo tuvieron que ingresar por su adicción al sexo.

Hassan O. Condenado 13 veces por varios crímenes y se encuentra en fuga.

 

Ademas de los que tienen una historia truculenta detrás, tenemos a el resto de los violadores :

 

Jean Luc, L.  es Carpintero

Patttick A. es desempleado

Patrick N. es electricista

Philippe L. es jardinero

Cyril B. es conductor de camiones

Lionel R. es vendedor

Jaques C. jubilado

Thierry P. desempleado

Cyprien C. Conducto.

Simone M. Trabajador de la construcción.

Jean T. Informático.

Sulfeddine G .Conductor de camiones

Paul G. trabajador del sector agroalimentario.

Thierry P. Frigorista.

Mahdi L. Transportista.

Jean Marec L Jublilado

Charly A. carretillero

Husamettin D. Obrero

Dider S. Jubilado

Karim informático

Dominique D. ex militar

Quentin H, guardia penitenciario

Abdelali D. Repartidor

Gregory S. Plaquista

Mathieu D. Empleado de tienda.

Omar D. Agente de mantenimiento.

Boris M. Sector de la construcción.

Cyrille D . Sector de la construcción

Adrial L. Jefe de obra.

Ludovick B. Mozo de almacén.

Ahamet T. Fontanero.

 

Es posible que me halla saltado algún nombre en la enorme lista que aparece en varios medios de comunicación.

 

Dominique, creó un salón en un foro, que no quiero nombrar, dando las instrucciones necesarias de organización.

 

Ponía los anuncios, hablaba del uso de somníferos, y hablaba del control de “los usuarios”, como no perfumarse o fumar, aparcar lejos de la puerta de su casa, desvestirse en la cocina y lavarse las manos y tenerlas a temperatura ambiente, (para que su mujer no se despertarse con el contacto) hablar en voz baja.

 

Cuando se iban el se encargaba de lavarla y dejar todo sin evidencias, ya que casi ninguno utilizada preservativos.

 

Todo un personaje de terror.

 

Lo que se desprende de este caso son varias cosas:

Podemos ver que son cualquier tipo de hombre, es un perfil de personas corrientes, con las que convivimos cada día, se dice que dentro de un hombre hay un violador, ya que no necesariamente tienen que ser personas marginadas, pobre, sin educación etc.

No hay un perfil de un violador y desde el feminismo nos atrevemos a decir que hoy en día hay una cultura de violación, fomentada por el patriarcado y la impunidad.

 

De hecho, solo 15 de los 53 juzgados ( no se encontraron pruebas suficientes para el resto) reconocen su culpabilidad.

 

Varios de ellos consideraban que si su marido lo permite, es sinónimo de consentimiento de ella.

 

Hay un motivo universal que es la educación recibida, el sentimiento de superioridad , la sensación de poder que da dominar y que son hombres.

 

Las feministas estamos llamadas a luchar por que eso cambie.

 

 

Por otro lado, vemos que algunos de estos hombres realizaban ya “practicas poco recomendables”, sin embargo o bien no lo sabían a su alrededor o bien se había olvidado con el tiempo, ya que las condenas no suelen ser elevadas ni los medios de comunicación dan suficiente bombo al violador o al asesino, ya que es mas jugosa la noticia del cuando y como….olvidándonos de lo mas importante: Que eso no vuelva a suceder.

 

Por otra parte,  la valentía de Giséle después de haber sufrido mas de 100 violaciones, es un antes y un después en la impunidad que concede el patriarcado, haciéndonos visible una realidad que nadie quiere ver.

 

Giséle solicitó expresamente que el juicio fuera con carácter publico.

 

Los acusados se personaron con gorras, mascarillas, gafas o tapándose  la cara, tal vez por primera vez en su vida sintieron vergüenza y miedo.

 

Giséle  es la primera mujer que ha conseguido que la vergüenza cambie de bando.