sábado, 27 de diciembre de 2008

Por si a alguien no le bastan...

...las cifras, os dejo un extracto de una nota de prensa en la que se recogen palabras del vicepresidente del Gobierno gallego, Anxo Quintana:

“Cada vez resulta máis evidente a necesidade de implicármonos todos e todas para intentar pór freo, ou cando menos paliar esta situación”, afirmou Anxo Quintana, quen lembrou que é preciso esquecer a idea de que a violencia machista é un fenómeno unicamente do ámbito familiar e que ao ámbito familiar lle compete resolvelo. “É un problema social un problema de todos e de todas, polo tanto é moi necesario que o coñecemento de calquera indicio de violencia sexa denunciado”, apuntou. Para Quintana na medida en que se denuncien os casos de violencia de xénero se estará a avanzar na prevención desta violencia contra as mulleres.

Ademais, o vicepresidente da Xunta referiuse tamén á educación como outro dos eidos claves nos que traballar para acadar un sociedade libre de violencia de xénero. Tal como explicou, “estamos ante un problema estrutural que fonde as súas raíces na educación na sociedade machista, e mentres non sexamos capaces de mover esas estruturas sociais cuestións como esta desgraciadamente seguirán pasando”*.

Subrayo ése "no es un fenómeno que compete únicamente al ámbito familiar", por el contrario "es un problema social, un problema de todos".

Por contra, hemos de avergonzarnos de lo que llegan a afirmar algunos dirigentes, por llamarlos de alguna forma. Concretamente, el presidente del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid, Francisco Cabrillo, quien defiende un informe que reza: "Está la interrogante si con las ayudas públicas se está motivando a que las mujeres, en vez de esforzarse en conseguir un mejor empleo, una mejor remuneración o mejores condiciones laborales, prefieren ser víctimas de 'violencia de género' (entre comillas en el original) para así obtener los mencionados beneficios con menor esfuerzo". Alude al derecho a la libertad de expresión y a que el documento está bien escrito. Ante la primera afirmación habría que aludir a que la libertad de expresión, recogida en el artículo 20 de la Constitución, nunca debería atentar contra otros derechos fundamentales como los recogidos en el artículo 18.1 de la Constitución, tal y como reza el artículo 20.4. Además, le recomendaría la lectura del artículo 24.2, en el que se asevera: "Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la Ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia". En virtud de lo cual, me parece a mí que se están lanzando gratuitamente interrogantes que siembran dudas acerca de las mujeres que presentan una denuncia por maltrato, cuando bastante duro es ya el proceso y bastante coraje y fuerza se necesita para hacerlo.

Había un refrán que decía algo así como: "Calumnia, que algo queda". Pues eso. Primero que demuestren cada caso concreto y luego que se refieran a ese caso concreto, y no que lancen interrogantes que dan alas a maltratadores y persiguen limitar la capacidad de ayuda real (y muchas veces insuficiente) a las víctimas reales de maltrato. Y a la que no lo sea y denuncie algo así, que se la culpe y se la pene con todo el rigor.

Y en cuando a lo de que está bien escrito... bueno, si él lo dice.

* “Cada vez resulta más evidente la necesidad de implicarnos todos y todas para intentar poner freno, o al menos paliar esta situación”, afirmó Anxo Quintana, quien recordó que es preciso olvidar la idea de que la violencia machista es un fenómeno únicamente del ámbito familiar y que sólo al ámbito familiar le compete resolver. "Es un problema social, un problema de todos y de todas, por lo tanto es muy necesario que el conocimiento de cualquier indicio de violencia de género sea denunciado", apuntó. Para Quintana sólo si se denuncian los casos de violencia de género se estará avanzando en la prevención de esta violencia contra las mujeres.

Además, el vicepresidente de la Xunta se refirió también a la educación como otro de los ámbitos claves en los que trabajar para alcanzar una sociedad libre de violencia de género. Tal y como explicó, "estamos ante un problema estructural, que hunde sus raíces en la educación en la sociedad machista y, mientras no seamos capaces de mover esas estructuras sociales, cuestiones como ésta (el asesinato en Neda el pasado miércoles de una mujer) desgraciadamente seguirán pasando".

20 comentarios:

Aniña (@vampyevil) dijo...

basta ya

Mar dijo...

Basta ya de falsas promesas y mas hacer.

besitossssss

Anónimo dijo...

APOYO CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO

BASTA YA!!!!!

Mónica dijo...

hola ágata, feliz 2009!!!!!

Nos vemos. bss

BRILLI-BRILLI dijo...

Como hombre me averguenzo de toda la mierda machista en este mundo,basta ya!!

mj dijo...

Mi apoyo incondicional a tu gran labor.
Te deseo un Feliz 2009
Un enorme abrazo
mj

SOMMER dijo...

A ver si se acaba de una vez esta lacra..

A ver...

guillermo elt dijo...

Mira, sabes lo que te digo??? Que si me lo permites, yo aparco un momentico el tema, para desearte que este nuevo año te traiga toda la felicidad que desees en tu corazón.

Feliz Año Nuevo.

Markesa Merteuil dijo...

Una pena que los asesinos no lo aparquen. Será que veo demasiado el telediario y por eso no me puedo callar.

Carmen dijo...

¡¡¡Basta ya!!!
Tenemos que terminar con esta lacra.


Besitos y feliz 2009

Kim Basinguer dijo...

Es difícil parar, algo que entre todos inflamos cada día, la violencia de sexo, tiene sus raices en la familia, en la socidad y en todos nosotros,que cada vez somos mas violentos, y menos comprensivos.

Silvia dijo...

hola es un buen post...
gracias por compartir.
feliz año nuevo.
cariños.
silvia cloud

Atila el Huno dijo...

No creo que sea un problema educacional, pues la violencia machista es universal. Me inclino por pensar que es algo más primario, pero no es la supuesta violencia intrínseca del hombre, creo que es más bien el instinto de posesión, instinto que tenemos hombres y mujeres, pero que manifestamos de forma diferente.
Cuando empezaba a escribir este comentario he recordado los estudios que algunos antropólogos europeos hicieron en el siglo XIX sobre algunas tribus de indios norteamericanos y otras sociedades de las recientemente colonizadas islas del Pacífico. No encontraron ni rastro de prácticas violentas contra las mujeres en la mayoría de ellas, al contrario, se dieron cuenta del importante papel que ésta tenía en esas sociedades supuestamente primarias. Y es que en esas comunidades la aportación de cada individuo era fundamental y vital para toda la sociedad. No existía la posesión individual más allá de tu caballo y tu arco, o tu caña de pescar y tu pareo. Y por supuesto el hombre no poseía a la mujer, pues ésta no era entregada a la custodia de un hombre en ningún ritual. Eran sociedades matriarcales, lo que no significa que fueran las mujeres las que detentaban el poder, sino que mantenían su independencia y criterio y eran socialmente iguales al hombre.
La familia, como nosotros la entendemos, era casi imperceptible.
Eran comunidades de socios no de familias. Recordar que en latín familia significa "conjunto de individuos, animales y enseres que pertenecen al padre" (más o menos, y ahí van incluidas las mujeres y esclavos).
...y si los tiros fueran por ahí, ¿estaríamos hombres y mujeres dispuestos a renunciar al instinto de posesión?.
No creo que sea un problema educacional, sino de sistema de valores. Podríamos ir abandonando el uso del posesivo "mio" y empezar a usar más el "nuestro", quizá...
Mientras tanto haremos leyes que no funcionarán, y lamentaremos impotentes cada asesinato, uno tras otro tras otro. Este año 70 declarados como tal.

Markesa Merteuil dijo...

Pero los valores no nacen de la nada, sino que se transmiten de generación en generación y es a través del proceso educacional como se van cimentando, enraizando. Sin esa transmisión oral e incluso escrita, no serían valores.

Los individuos que no ven peligrar su modus vivendi no necesitan luchar por mantener posesiones (ya sean tierras o incluso personas. No olvidemos que la esclavitud se abolió hace no demasiado tiempo y que todavía hay lugares en los que perviven sistemas catalogables en este sentido). El ansia de poseer viene determinado por la inseguridad humana. Y la inseguridad la promovemos nosotros mismos cuando tendemos a comparar para alabar o para menospreciar, en lugar de analizar como arma para detectar posibles problemas a solucionar o posibles ventajas que el otro nos pueda aportar. No actuamos desde la colectividad que ampara, sino como el individuo que exige y que sólo se preocupa de sí mismo, aunque para ello aseveremos que luchamos por la sociedad. En el fondo buscamos el bien propio, que siempre primaremos frente al común. (Egoísmo y miedo).

A partir de las necesidades (hambres, por ejemplo; o protección frente a otros individuos que también están necesitados o aterrados) surge el afán de posesión o incluso de ser poseído (protegido). De ahí que aceptemos un "mi" pareja o un "mi" amor.

Los valores, como bien dices, nos han ido condicionando en este sentido, en esta búsqueda absurda de la media naranja. Nos creemos incompletos e incapaces de ser uno por nosotros mismos y es precisamente porque mediante la educación se nos han ido imponiendo las costumbres, los prejuicios, las supersticiones, los miedos e incluso el afán de posesión. Así, ante un divorcio muchos individuos se sienten fracasados.

Creo que a ninguno de los bloggeros que aquí postean o comentan le parece razonable entender una relación de pareja desde la posesión. Y esto ya es un cambio a tener en cuenta. Que adopten el lenguaje común y digan un "mi" amor no quiere decir que crean que la persona amada sea propia. El lenguaje no deja de ser lenguaje, aunque muchas veces se convierta en arma (un arma excesivamente poderosa. No olvidemos las atrocidades que pueden llegar a conseguirse a través de la propaganda. Tal vez va siendo hora de que las argucias propagandísticas se empleen hacia otra dirección más provechosa, que contribuya al crecimiento individual y por consiguiente social. Un bosque compuesto por infinidad de árboles sanos es un bosque sano). Lo importante, de todos modos, es la actitud, y en eso estamos. En no dejar que nos manipulen los valores que nos han llevado a este desequilibrio tan desconcertante que en algún caso se canaliza en forma de agresividad. Estamos también en amar respetando y en dejar que nos amen a través del respeto y no de la posesión.

Yo no quiero que alguien sea fiel por ser propiedad de alguien, sino porque elige serlo. Yo, cuando amo, amo de veras, al punto de preferir que el ser amado tome su camino antes de ser infeliz conmigo. Respeto y libertad de elección como claves.

Por supuesto, la respuesta ha sido muy somera, pero creo que es menester que las palabras sean de muchos. Todos los análisis son válidos. Todos aportan. Y todos nos ayudan a ver que es posible.

Atila el Huno dijo...

Una magnífica somera respuesta!...pero sigo con la duda. Si el instinto o afán de posesión es o puede ser la causa de esta lacra, ¿qué podemos hacer?, si la sociedad actual nos incita a satisfacer esa pulsión, ¿qué podemos hacer?, si, como estamos viendo, la Ley no puede poner freno a la violencia machista, ¿qué podemos hacer?, si una asignatura en el cole no puede cambiar el sistema de valores, ¿qué podemos hacer?.

...¡Esto no es una aceptación de la derrota, es una incitación a la lucha!

Espero que todos los seguidores de este blog empecemos a aportar ideas; los ¡basta ya! y los espero que...no son suficiente.

KLAU dijo...

AGATA (EL SEGUNDO NOMBRE DE MI NIÑA BARBARA AGATA !!!)
DE ACUERDO TOTALMENTE: BASTA YA !!!!

NO TANTO HABLAR Y MAS HECHOS VERDAD?

POR LO PRONTO TE DESEO UN HERMOSO COMIENZO DE ESTE 2009
MIL BESOS
KLAU ♥

Markesa Merteuil dijo...

La legislación de nada sirve si no hay medios para que sea efectiva. Y la educación no se limita a un único ámbito. De poco sirve que en la escuela se propugne la igualdad, cuando el niño llega a casa y ve que papá y mamá tienen roles bien diferenciados. Además, dado que en la actualidad prácticamente no queda tiempo para educar en familia (lamentablemente al proletario no le queda tiempo para echar de menos que no tiene tiempo y desde los sindicatos se aceptan condiciones que poco a poco nos van envileciendo), pues los mensajes se limitan a los que el niño recibe en su entorno y en la tele. Pero además el niño aprende que con una pataleta (un modo de pedir no razonado, sino instintivo), logra lo que quiere. Y lo aplica a la vida real. Tanto, que incluso hay padres que consideran que deben reprender al profesorado cuando éste intenta que su progenie acate unas normas mínimas de convivencia.

Ya no se demanda cariño, porque no hay tiempo para darlo. Y el niño que no aprende a querer, no quiere. El niño que no aprende a respetar, no respeta. El niño que no recibe una educación en valores, adoptará los roles que mejor se ajusten a su supervivencia individual (desde el egoismo. De hecho, no comprenderá que la lucha por el bien común finalmente nos beneficia a todos. Y ese todos incluye al individuo).

Es por tanto un grito el nuestro de atención. De búsqueda de claves para construir una sociedad que sea capaz de respetar al otro, porque sólo así sabrá amar al otro. Una sociedad en el que el individuo no necesite subir su autoestima mediante la humillación de otros, porque se contribuido a construir una personalidad fuerte y capaz de quererse a sí misma.

Pero para educar desde la base, debemos empezar a trabajar en nosotros mismos. Debemos darnos cuenta de que a quien tenemos que querer y a respetar es a nosotros mismos. De lo contrario, no podremos hacerlo con los demás. No podremos amar. Tan sólo admirar, envidiar o temer. Y eso no es amor, eso no es querer.

Debemos trabajar en nuestro yo para ser un espejo en el que se pueda mirar el futuro de la sociedad. Pero estamos demasiado ocupados en sobrevivir. Y en paliar carencias con obsequios.

Debemos trabajar para que nadie sea incapaz de ver que su dignidad está siendo lacerada. Debemos trabajar para ayudarle a detectar precozmente cualquier signo que pueda derivar en una situación humillante o incluso lesiva. No obstante, la mujer que detecta rápidamente escucha el manido: "Las mujeres de hoy en día no aguantáis nada. No sabéis llevar a vuestros maridos". Y la que escucha eso se culpa a sí misma de los fracasos en lugar de mirar a quien le recrimina y decirle a los ojos: "Las mujeres no tenemos por qué aguantar nada. Merecemos amor, respeto, protección. Y que nuestros maridos nos sepan llevar tan bien como nosotros a ellos".

Los consejos sociales, que aunque muchos se nieguen a admitir van por esa línea, propician que las situaciones cotidianas lleguen a puntos insostenibles. Y, dado que no hemos aprendido a dialogar, usamos el arma de la pataleta, de la agresividad, pare expresarnos. De ahí que debamos huir de todo lenguaje violento o lacerante. Debemos recordar que hay otros lenguajes, que negocian desde el afecto y desde el respeto. Nadie es más que nadie. Nadie merece un menosprecio. Hasta el animal más fiero es capaz de agradecer una caricia. Por qué no un ser humano.

El caso, y a lo que iba, es que debemos retomar el camino de la evolución. Pero la sociedad que hemos construido, la sociedad de las prisas, del no diálogo, de la jerarquización basada en el miedo (al despido, a la invisibilidad, al...) limita enormemente nuestra capacidad de avance.

Por eso, desde aquí, pedimos que se siga trabajando para crecer como sociedad. Y eso nos compete a todos: a los legisladores, a los gobiernos, a los que contribuyen a que se cumpla la ley, a los que se ocupan de atender cuestiones relativas a los servicios sociales, educadores, padres, asociaciones, sindicatos... Es responsabilidad de todos, ya que todos podemos aportar. No se trata de un miembros o miembras. Se trata de construir una sociedad floreciente, que soterre a la sociedad decrépita que poco a poco se está incluso asilvestrando.

Atila, to be continued...

De todos modos, ya sabes que si quieres postear tan sólo tienes que decírmelo.

Los porqués del blog aparecen en el primer post y en los textos de la cabecera y las columnas laterales. Y las aportaciones han sido muchas.

Creo que despertar conciencias ya es un paso. Ayudar a alguien a que detecte posibles intentos de lesión a su autoestima también. Y que una persona violenta lea estos post y estos coments y se replantee por qué tiene tantas dudas acerca del amor que presuntamente han de profesarle, y decida lograr ese afecto mediante el respeto y el cariño, también. Eso ya es más utópico, claro, pero... quién nos dice que no cala. Por intentarlo que no quede.

Atila el Huno dijo...

¡Me ha encantado leer soluciones!
A mi se me ocurre también una más.
Aquellas sociedades primarias que comentaba, se caracterizaban por la participación activa de todos sus componentes en las decisiones que afectaban a la comunidad.
Nosotros, por el contrario, RELEGAMOS nuestro Poder en manos unas asociaciones denominadas partidos políticos, que han acabado por NO representarnos, que han acabado por decirnos lo que está bien y lo que no, como si no fuéramos suficientemente maduros para afrontar la responsabilidad de ser ciudadanos.
Se equivocan, lo somos.
Debemos reclamar nuestro legítimo derecho a participar en el proceso legislativo y Judicial.
Debemos reclamar nuestro DERECHO a influir en la redacción de las Leyes y a VOTARLAS.
Debemos reclamar nuestro DERECHO a elegir democráticamente a NUESTROS Jueces.
La participación activa de los ciudadanos en la política también puede provocar un cambio de valores. Nuestra pasividad y nuestro apoliticismo aburrido son el mejor arma de la Injusticia, de la que nosotros mismos somos las víctimas.
Debemos EXIGIR nuestra REHABILITACIÓN política.

Markesa Merteuil dijo...

La propuesta de cambiarlo suena realmente tentadora, pero tengo dudas en cuanto a lo necesario de la madurez de la sociedad. Las tribus a las que aludes supuestamente no podrían presumir de la "madurez" que conlleva tantos siglos de "convivencia" y, sin embargo, trabajaban por el bien común. Ahora hay un hartazgo absouluto y una parálisis tremebunda. No luchamos por nuestros derechos, porque pensamos que estos consisten en poder comprar una tele de plasma más grande que la de nuestro vecino. Tal vez la tan mentada crisis (que viene auspiciándose desde hace más de dos décadas. Y si no que se lo pregunten a los "jóvenes" licenciados de mi generación. Ahora lo que vivimos los jasp, lo está viviendo también el "joven" de mi generación que optó por la formación profesional y que no por ello está menos sobradamente preparado) nos obligue a abrir los ojos y a aunar esfuerzos. Si esto fuese así, no dudaría en aplaudir la veracidad de ese manido refrán que reza: "No hay mal que por bien no venga".

Para tomar el poder, para recordar nuestros derechos, para regresar al ágora griega (lamentablemente no era tan utópica como se nos hace creer, puesto que en ese foro de diálogo se permitía la esclavitud y la desigualdad) es preciso coger fuerzas y, a partir de la ilusión, tomar impulso. Nos falta ilusión. Nos hemos vuelto grises. Nos hemos apoltronado en la mediocridad.

De todos modos, pienso que es posible y que no por lento debemos abandonar el proceso.

PD: Creemos que el grueso de la población está formada, pero saber leer y escribir no implica saber analizar y no implica que el lector lea lo que se escribe. Rara vez en una tertulia de café el análisis de una noticia se ciñe a lo que realmente el periodista escribió en ella. Y, pese a que los tertulianos supuestamente la han leído y tienen capacidad de análisis, si quieres que se atengan al texto, debes pedirles que por favor lo vuelvan a leer. Y, al ver que siguen errando, les pides que lean un párrafo en concreto; y ves que siguen entendiendo lo que les place; y es entonces cuando coges el periódico y subrayas la frase crítica y... te dicen: "Ahhhh, no lo había visto. Yo pensé..." Pues si no lo ves, a qué dices que lo has leído. Digo yo. Pues eso, que cuando ni siquiera somos capaces de leer, de escuchar... cómo vamos a construir sociedades que evolucionen. Estamos retrocediendo, creo.

Atila el Huno dijo...

Estimada Markesa,
La última vez que junté dos letras para escribir algo fue en el último examen que hice hace muuuuuchos años (me niego a traducirlo en años). Es evidente que eso se nota en mi estilo (¿?) tosco, torpe y aturullado, pero ¿ves? lo intento.
Lo mismo sucedería en el caso que comentabamos. Como dicen los alemanes "aller Anfang ist schwer": todo comienzo es difícil.
No debemos asustarnos, el primer paso adelante es el más importante, démoslo. Ya maduraremos con la experiencia. No nos dejemos gobernar; ¡gobernemos!, es nuestro DERECHO.
Precisamente, esa parálisis social está fomentada por los que nos gobiernan. No es más que otra forma de REPRESIÓN.
Nuestras hipotecas, préstamos, aburridos trabajos, el entorno hostil, etc hacen que nos encerremos en nuestro pequeño mundo. Todo esto está promovido desde arriba. Pues vale, pongámonos nosotros ARRIBA.
Ánimo!
En otros Blogs se está difundiendo la idea que Tú promoviste. Me parece que la larga carrera ha comenzado.
Salud!