Las cifras de la violencia machista, siguen siendo
alucinantes, y seguimos sin ser consecuentes con este grave problema que tiene
la sociedad.
Nos hemos acostumbrado,
no nos inmuta demasiado que este año en España hallan asesinado a una mujer por semana.
La insensibilidad del mundo en el que vivo a veces me da
miedo, tanto como de niña me daba miedo ese “hombre del saco” .
Nunca fue “la mujer del saco”, ya sabíamos cual era el sitio
de cada cual.
Cada vez las victimas de violencia machista son mas jóvenes,
hemos ido empeorando en la educación, en vez de enseñarles a nuestra juventud igualdad les hemos educado
en el machismo, sino, no se explica como niñas y jóvenes siguen pensando que controlar el móvil es
amor, que decirte que no te pongas minifalda, es amor y otra serie de actuaciones.
El joven machista,
también inconsciente de que lo es, considera seguro de si mismo, que su “chica”
debe de dejarle la clave del móvil, enseñarle su diario o no vestirse sexy para que la miren otros
“porque por eso es su chica” y va
creciendo en un concepto equivocado, en el que sus prioridades y privilegios
están por encima de las prioridades y privilegios de las mujeres.
Sin saber que ese amor machista, son las rejas que pondrá al amor verdadero.
Hablamos solo de violencia machista, que es la que está
clasificada entre parejas, novias, esposas ó ex.
No hablemos de otro tipo de violencia hacia las mujeres que ejercen
los hombres porque ese capitulo también es incomprensible en una sociedad del
siglo XXI. Todas las mujeres hemos sido violentadas de alguna forma a lo largo
de nuestra vida, tanto las que tienen 90 años como las que tienen 24.
Sigo sin estar de acuerdo en que “nos tapen” las caras de
estos hombres, que después de asesinar se esconden debajo de su abrigo, detrás
del policía, o sea pixelada su cara en
los medios de comunicación, es una falta de respeto a la víctima y un trato de
favor que no se merecen.
Entiendo que se haga cuando son “presuntos”, pero una vez
que sean juzgados como asesinos, deberíamos poder conocer sus caras para que
otras mujeres no caigan en sus garras.
Porque no olvidemos que hablamos de asesinos de mujeres.
Repasemos solo del mes de Enero:
El primer detenido por
asesinato del 2017, tenia 20 años
y vivía en Madrid, apuñaló a Matilde que era su pareja.
También en Madrid “ se cayó por el balcón” una mujer de 24 años se llamaba Estefania, su
pareja ya tenia una orden de alejamiento de otra mujer.
Un hombre en Almería degolló a Toñi era su pareja, y tenia 33 años.
En Navarra , Blanca de 48 años fue estrangulada.
En Madrid, María Ángeles de 79 años murió en manos de su pareja que la asfixió.
En Orense el marido
de Virginia la acuchilló, ella tenia 55 años.
En Toledo el marido
de una mujer de 40 años, la asesino con arma de fuego.
La violencia machista es la floración de un campo bien
abonado por la desigualdad, por lo tanto lo primero que debemos que hacer es
educar en igualdad, recordar que todas las personas tenemos los mismos
derechos y deberes y merecemos la misma justicia tanto mujeres como hombres.
Hemos visto en varias ocasiones, que la violencia
machista, no tiene edad, que no depende
de la posición económica, ni de la
cultural.
Depende de si eres
hombre o eres mujer.
Eduquemos en igualdad a todas las personas que trabajan en Servicios
sociales, Servicios públicos, sanidad, sepe, inem etc. tienen que estar en
contacto directo con mujeres que llegan muy heridas de situaciones de violencia
y no saben explicarse, o buscar un empleo o contar lo que les sucede a otra
persona, con lagunas, con desorden de fechas y situaciones que deberíamos ser
capaces de detectar y ayudar.
Educación feminista , es decir en igualdad, en los colegios,
para nuestras hijas e hijos y para los
padres y madres , para el profesorado, y todo el personal del colegio o el
instituto, para que el trato entre ellos y ellas sirva de ejemplo al alumnado.
Educación de igualdad en los trabajos para los empleados,
para los jefes y para los sindicalistas, que ninguna mujer se sienta violentada
solo por el echo de ser mujer.
¿Y que decir del gobierno?
Todas aquellas personas que quieran trabajar en política, que
menos que tener conocimientos de igualdad entre los seres humanos, para que no
sean la vergüenza del mundo.
Las personas que trabajan en justicia, deben de inspirar
confianza, sin embargo inspiran miedo.
Las victimas de violencia machista no puede ser victimizadas
y temblar de miedo, cuando van a
declarar, cuando hablan con la abogada, con la policía, o con la jueza, por el temor a ser ridiculizada ó a la incomprensión.
Y por supuesto un gran castigo para esta plaga de asesinos
de mujeres.
Y sus caras bien visibles, como lo que son: Asesinos de los
que hay que apartarse.
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1 comentario:
Otra crónica muy buena. Agrego que a veces sin llegar a la violencia física se ejerce al principio violencia psicológica que va doblegando a la mujer hasta someterla por la violencia física. Saludos.
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