miércoles, 7 de mayo de 2008

Porque era mía


Vió como salía corriendo y sabía que daría la vuelta. No importaba cuanto tiempo tardara en darse cuenta de su error. Sabía que volvería.
La vió como huía. No podía entenderlo. Le había dado siempre lo que había necesitado. En cuanto se casaron, le prometió que cuidaría siempre de ella y que jamás le faltaría nada. Dejó su trabajo por él, porque cada noche, cuando se encontraban en casa, él no hacía más que llamarle puta, le decía que seguía yendo a la oficina porque allí se ligaba a todo el que pasara por delante. Ella pensaba que la quería tanto que por eso tenía tantos celos. Nunca le dió motivos, pero él debía de amarla demasiado, se volvía loco con solo pensar en la posibilidad de perderla.
Poco a poco, fue dejando también de ver a sus amigas. A él tampoco le gustaban esas salidas. La primera vez que le puso la mano encima, pensó que se lo merecía. Aquel estofado no estaba bueno. Que clase de mujer era si ni siquiera era capaz de hacerle una buena cena a su esposo? Si, ese esposo que trabajaba de sol a sol para que a ella nunca le hiciera falta trabajar.
La segunda vez, fue también culpa suya. Era cierto que le había sonreido al chico aquel cuando le cedió el asiento en el autobús al volver de la compra de toda la semana.
Así, paliza tras paliza, ella fue desapareciendo y él haciéndose más fuerte.
Veía las noticias sobre violencia machista, pero ella sabía que no era una mujer maltratada. Él le pegaba porque se lo merecía. Simplemente quería hacer de ella una buena esposa.
Aquel día tuvo miedo y huyó, pero algo le decía que tenía que volver con él. Que iba a ser de ella? No tenía a donde ir, y sabía que en el fondo, nadie podría amarla como él. Quien iba a querela si no sabía cocinar, si iba sonriéndole por ahí a los chicos que le cedían el asiento en el autobús?
Y volvió.........
Él la vió entrar y pensó: "voy a darle una lección que nunca olvidará". A ella sólo le dió tiempo de ver aquella mirada inyectada en odio. Aquello fue lo último que vió, tras esa lección, no hubo más.
Podéis ver la entrada original aquí.

6 comentarios:

Markesa Merteuil dijo...

La entrada original y los comentarios originales, que también aportaron mucho. Gracias, Veca, por agregar el enlace.

La víctima de maltrato suele ser bien recibida cuando regresa, como si la acogiesen en una especie de luna de miel..., porque normalmente regresa por insistencia de su pareja y por sus miedos. De todos modos, no quiero generalizar, porque no es lícito generalizar en algo tan dramático. No creo que haya siempre unas pautas fijas, pues de lo contrario estaría negando que las situaciones que no corresponden a éstas no serían aquello que estamos criticando.

Benjuí dijo...

El maltrato físico ha estado durante siglos considerado como "normal", tanto del marido a la mujer como de los padres a los hijos...

Nos corresponde librar esta batalla -entre otras muchas- contra la inmoralidad de ciertas "tradiciones" que ninguna religión (y mucho menos las tres monoteístas) ha tenido la decencia de denunciar: es la sociedad democrática y laica la que se ha sublevado contra esta vergüenza del género humano.

Es necesario adoptar una actitud de intransigencia contra los violentos, sean conocidos o desconocidos.

La iniciativa de tu blog me parece fantástica, por cierto.

Markesa Merteuil dijo...

Benjuí, creo que ya te dejé cun coment en tu blog al respecto. Considero que eres una de las personas que puede aportar mucho a éste, por tanto, si quieres hacerlo, si quieres contribuir con algún texto, imagen, música, lo que quieras... envíame un mail y te curso la invitación correspondiente para que puedas postear tú también.

En cuanto a las religiones... no sólo no la han denunciado, sino que la han alentado mediante la exigencia de sumisión. Esto también puede dar lugar a muchos post y a muchos coments.

irene dijo...

Qué triste es que encima, las víctimas se sientan culpables.
De cualquier forma, los mayores culpables son los gobiernos, por no endurecer las penas.
Un fuerte abrazo, Veca.

SOMMER dijo...

Ojalá algún dia, espero más cercano que lejano, hablemos de la violencia de género como algo extraño y lejano.

Ojalá...

Abrazos

Kim Basinguer dijo...

Tan espeluznante como cierto.